Este cuadro presenta una composición abstracta y orgánica sobre tela cruda, donde se combinan diversas técnicas experimentales con materiales naturales. El fondo, de tono beige claro, conserva pliegues y texturas propias del tejido, lo que aporta profundidad y una sensación de movimiento sutil.
Sobre esta base, se despliega una intervención que parece fluir de izquierda a derecha como una corriente o una estela. Se aprecian manchas de carbonilla y pigmentos diluidos que se expanden en formas irregulares, generando contrastes entre zonas oscuras —casi negras— y otras más cálidas con matices ocres y amarillentos. También hay marcas más gráficas, como barridos, líneas quebradas o huellas que remiten al gesto físico del proceso.
La obra transmite una energía contenida, como si capturara un instante en expansión o la huella de algo que ya pasó. Es un trabajo introspectivo, donde la materia y el accidente conviven con una intención silenciosa. Enmarcado con un marco de madera fino, mantiene un lenguaje sobrio y contemporáneo.
Medida: 93x125
